domingo, 27 de julio de 2025

NO TODOS SOMOS TIBURONES

 


De la película Up in the air, como de los cochinos, me gustan hasta los andares de su protagonista.

Cuando George Clooney hacía de médico en la serie "Urgencias" no vi ni un capítulo: me parecía el típico guaperas que se se va ligando todo lo que tiene pulso, que no digo yo que no lo fuera, pero quién era y soy yo para juzgar a nadie... Lo que daría  ahora por encontrar un médico como él, aunque me tuvieran que poner una pastilla debajo de la lengua por el shock. Qué verdad es eso de que lo que vemos de las personas es como la pasta de un libro y lo que desconocemos de ellas, el interior de ese libro, y que casi siempre juzgamos a las personas por la pasta exterior de su libro.

A Clooney lo descubrí en Los hombres que miraban fijamente a las cabras (que bordó junto a Ewan McGregor y Jeff Bridges), una de esas películas que pasan desapercibidas por la taquilla y que la crítica menosprecia porque no es comercial y va más allá de lo que la masa espera.




Anoche, creo que por quinta vez, volví a ver Up in the air en la tele y como siempre que la veo me llevó a nuevas reflexiones. Es una película llena de paralelismos, de metáforas, de situaciones divertidas y sorprendentes. Mientras escribo esto tengo puesta de fondo su banda sonora que hago mía después de llevar colgando como un escapulario otra que ya no me corresponde, que quedó atrás junto con objetos, casas, personas, que ya no pertenecen ni al presente que habito ni al futuro que sueño.

La tendencia a confundir recordar con echar de menos me llevó a cargar con una mochila que se convirtió en un ancla. 
Creo que el término fraude define perfectamente al rebaño que no se moja, que quiere complacer a todo el mundo aunque eso implique perjudicar a quien menos lo merece. Algunos ejemplos de fraude son los rojos y rojas de salón, activistas pasivos con quienes tienen al lado, feministas que no lo son, conciencias que callan su culpa con donativos o cobardes que no dudan en criminalizar al inocente para quedar guay con el verdugo. 

Precisamente fue la metáfora de la mochila en Up in the air la que propició que anoche mi mente se descorchara como una botella de Lambrusco, después de una larga temporada de apatía, en general, y literaria en particular, que me ha llevado a sopesar largo y tendido si me compensaba seguir escribiendo.

La metáfora de la mochila tiene dos partes que aparecen en diferentes momentos de la película. La primera parte comienza con la siguiente pregunta: ¿Sus vidas cuánto pesan? y a partir de ahí, Clooney comienza a enumerar una serie de objetos que forman parte de lo cotidiano (el resto no lo voy a destripar para preservar la curiosidad y de paso, recrearse la vista con semejante pibón en el enlace de YouTube que pongo al final).

En la segunda parte de la metáfora de la mochila George invita a los asistentes a su conferencia a llenar la mochila de personas. Tampoco quiero destripar esta segunda parte, pero como aperitivo, las frases:

"Puedo asegurarles que sus relaciones son la carga más pesada de su vida. Todas esas negociaciones, discusiones, secretos y compromisos", o
"Nosotros no somos cisnes sino tiburones" son, como poco, para  reflexionar.

Anoche, frente a Clooney, estuve reflexionando sobre el año pasado, lo que conseguí, lo que no ha llegado...
Lo de siempre, si no fuera porque este año he dejado, estoy dejando  atrás a unos cuantos y cuantas fraudes. Y sí, ya sé que me estoy quedando más sola que la una pero el año que que quedó atrás  viví situaciones que harían vomitar a una cabra y ya no tengo ni el estómago ni el chichi para según qué menesteres: mejor sola que mal acompañada. 

Los tiburones están por todas partes, y si no que se lo digan a Steven Spielberg. Y como en sus películas, hay que alejarse de ellos o acabar con ellos o de lo contrario uno acaba mimetizándose en lo que le rodea: en un fraude. 

Por eso hay que soltar el ancla, vaciar la mochila y volver a llenarla con las plumas que irán tejiendo el traje de cisne. No todos somos tiburones.


Aquí está la secuencia completa. Que la disfrutes...




Volveré.


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