Todo kit de supervivencia debería
incluir la risa y la música. Yo he llorado mucho. Luego me he reído tanto
como he llorado, por eso sigo viva. La felicidad coexiste con la tristeza de la
misma forma que la riqueza se da porque existe la pobreza.
Tener sentido del humor es sinónimo de
inteligencia. Las mentes más brillantes se ríen. La risa puede ser un arma
letal contra quienes te quieren ver llorar, sobre todo, si tienes la habilidad
de reírte haciendo lo que te sale del papo sin que tu opresor se dé ni cuenta.
Y si encima tienes el arte de hacer partícipe de tu pensamiento a quienes
sienten como tú, la risa acaba convirtiéndose en la re- evolución más potente.
Como ejemplo de mente Brillante se me ocurre el de Luís García Berlanga
(1921-2010). Películas como “Bienvenido Mr Marshall" (1952) “Plácido” (1961) donde
denuncia la hipocresía social de la época y nominada al Oscar como película
extranjera, o mi favorita, “El verdugo” (1963) se saltaron, nunca mejor dicho, a la torera,
la censura de la época que nos tocó vivir en España durante cuarenta años de
dictadura. “Calabuch”, “Todos a la cárcel”, “La
vaquilla” y muchas películas más que hicieron las delicias del espectador
se rodaron cuando finalizó la época de la censura.
Berlanguiana hasta la médula, me quito el sombrero ante el Genio que hizo reír a la manera de la época, haciendo pensar a unos pocos muchos, dando un baño de realidad, mordacidad, ternura y talento. Sin armas, sin sangre, sin gritos, solo con la risa. La ironía puede llevar a cabo el alzamiento de miles de almas haciéndolas pensar a través de mensajes encriptados en la risa.
Hace tiempo leí un artículo que me atrapó. Se trataba de Chico Buarque, nacido en
Brasil el 19 de junio de 1944, a quien yo solo conocía por su música brasileña,
de la que no entendía nada porque no sé portugués.
Había una canción especial para
mí: “A pesar de Vocé” tenía la magia de atraparme y arrancarme
emociones con las que me ponía a bailar de puro placer cuando nadie
me veía… Me transportaba a playas de arena blanca y aguas turquesas donde yo
bailaba al ritmo del carnaval de Brasil, donde no existía la oscura realidad
que me tocó vivir durante muchos años hasta que dije BASTA. No la entendía, pero sabía que escucharla me llenaba de alegría y de ESPERANZA.
Chico Buarque no solo es
cantante, sino poeta, guitarrista, compositor, dramaturgo y novelista, al que
en mayo de 2019 se le concedió el premio Camoes.
Buarque es uno de los más conocidos
representantes de la llamada Música Popular Brasileña con un bagaje de más de
cinco décadas. Es escritor de novelas, poesías, cuentos y obras de teatro. En
casi todas las imágenes que he visto de él, además de ser un bellezón, casi
siempre sale sonriendo con la boca y con sus ojos, tal vez, como un guiño de su
militancia y compromiso social desde el contenido de sus obras. Tras el golpe
militar en 1964 Buarque escribía sobre la situación evitando la censura
utilizando analogías crípticas, juegos de palabras y su impresionante sonrisa.
Fue arrestado en 1968 por su militancia y exiliado un año más tarde. Regresó a
Brasil para continuar, desde su arte, su militancia contra la dictadura. Y fue
durante los 70 cuando escribió la canción que me alegraba y daba esperanza, aun
sin entenderla.
“A pesar de Vocé” burló la censura y se convirtió en un himno de las luchas contra el régimen. Después de vender más de 100.000 copias la canción fue censurada y las copias que quedaban, retiradas del mercado. Podría continuar escribiendo durante horas sobre Chico Buarque y relatar todo el rosario de premios que ha obtenido a lo largo de su trayectoria como artista y como persona, pero me quedo con que por su alegría, inteligencia, genialidad y brillantez fue capaz de llegar a las masas con una canción que muestra lo terrible del estado totalitario de Brasil en esos años. Cuando todo estaba prohibido, a la censura se le pasó prohibir esta canción porque no la entendían. Dijo BASTA y fue un aliciente para su país. Todo, con una canción.
Como decía al comienzo, yo le estoy muy agradecida a
la risa. La risa me ha salvado la vida. Cuando alcanzas la guapeza de convertir
la tragedia en comedia se produce la Sanación.
Hace unos días, en las noticias se informó del
asesinato de otra mujer a manos de su torturador secreto. Entre las virtudes de
la víctima el locutor resaltaba que nunca denunció a su verdugo y que en sus
redes sociales ponía mensajes tipo llevar el sufrimiento en silencio
como una heroicidad.
Debe ser porque vivimos en una sociedad hipócrita que se lleva las manos a la cabeza mientras la gira hacia el otro lado. Pero lo que no se dice no se sabe. No siempre se han tenido las “ventajas” de hoy en día para denunciar cualquier tipo de maltrato o abuso de poder. A lo mejor no se denuncia porque muchas de esas “ventajas” están maquilladas por un pseudo feminismo que se abandera para ganar votos; deberíamos recurrir a la lógica para comprender que nuestro miedo empodera al opresor. Callar, a menudo, no es algo meritorio. A veces hay demasiado miedo para tan poco peligro y, aunque guardar silencio en el momento oportuno es una virtud, también hay que estar preparado para gritarle a los cuatro vientos la verdad y reírse en la cara del menda sin que ni siquiera se dé cuenta. Para eso tenemos grandes Maestros como B&B, (Berlanga y Buarque).
Más de uno se llevaría una sorpresa de lo que se puede
conseguir con reírse del miedo que trata de provocar un opresor, del tipo que
sea, porque de esa forma queda al descubierto su cobardía y salen a la luz
pusilánimes, acomplejados, patanes, torpes, cornudos, ignorantes, aprovechados,
narcisistas, mentirosos compulsivos, estafadores, oscuros, grises, sin ingenio,
horteras, falsos a los que desde hace tiempo solo se me ocurre calificar como
“Bragas Tristes”.
Sí... yo hoy, más que nunca, le estoy muy agradecida a
la risa. Ya no empleo palabras mal sonantes para lo que no solo no vale la
pena, sino que provoca la risa. A borbotones, a carcajadas, por haber
sobrevivido a tanta cochambre, como la de mi matrimonio con un maltratador de
manual del que soy superviviente y al que solo le cabe el calificativo de Bragastristes.
A pesar de vocé, sigo aquí. Que te dén. Que le dén a todos los Bragas Tristes. Disfrazados, que vegetan en vez de vivir, en este, ahora sí, maravilloso mundo.
Usted va a quedar mal, sin poder deleitar... laraia lalala...


8 comentarios:
Genial!
¡Muchas gracias! Que la risa te acompañe. Un abrazo.
Me gustó lo que he leído. Muy interesante.
Mis felicitaciones, Amanda.
Que saludable es poder reírse sin un gran motivo. Excelente
Hace muchos años tuve una amiga q me contaba los problemas q tenia con su marido y padre de sus tres hijos, a veces me costaba conciliar el sueño pensando en su infortunio. Pero cuando te he leído, me ha recordado q a pesar de todo, mi amiga siempre tenía una sonrisa y ganas de vivir, y me has ayudado a entenderla.
Hace algún tiempo me la encontré y está estupenda, salió de aquello.....
Claro que sí. La risa, la actitud y las ganas de vivir, son nuestras grandes aliadas. En todos los casos, yo creo que el que cada uno/a lleve o arregle su vida como puede, no significa que sea un trabajo puntual, sino día a día. Gracias por tu sensibilidad y empatía. Muchas gracias por tu comentario, Jeanda, me ha gustado mucho. Tanto como conocerte y que formes parte de mi vida. Un abrazo muy grande y hasta pronto.
Me alegra que te haya gustado, Helio. Siento la tardanza en responderte, tu comentario entró como spam. Muchas gracias por tus palabras, un afectuoso saludo.
Y tanto. La risa es vida... Muchísimas gracias por tu comentario, siento la tardanza en responder, entró como spam. Un afectuoso saludo.
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