“PARA
TODOS LOS QUE CREEN QUE SE ESTÁN QUEDANDO ATRÁS”. Por Jamie Varon
(Jamie Varon es escritora y vive en Los Ángeles. Este post fue
publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y
ha sido traducido del inglés por Irene de Andrés Armenteros).
No
necesitas más motivación. No necesitas más inspiración. No necesitas leer más
listas, ni blogs ni artículos que te expliquen por qué no estás haciendo lo
suficiente. Actuamos
como si el mero hecho de leer la cantidad suficiente de artículos o citas de
Pinterest cambiara algo en nuestro cerebro y nos hiciera ponernos en marcha.
Pero, cuando se trata de éxito, motivación, fuerza de voluntad, objetivos,
productividad y todas esas palabras que se han puesto de moda, nadie dice la
verdad: eres como eres hasta que dejas de serlo. Cambias cuando tú lo decidas.
Te pones en marcha cuando te conviene. Así son las cosas.
Creo que debemos permitirnos estar en el punto que queramos de
nuestra vida cuando queramos.
No eres un robot. No puedes
llamar a la motivación cuando no la tienes. Hay momentos en los que pasa algo y
otros en los que la vida hace de las suyas. ¡Ah, la vida! ¿Te acuerdas de ella?
A veces, te enseña muchas cosas y, a veces, te obliga a tomar el camino largo
antes de darte una lección importante.
No puedes controlarlo todo. Puedes levantarte a las cinco de la mañana todos los días hasta que termines agotado, pero si no te salen las palabras, las ideas o los dibujos, no te salen. Puedes afrontar cada día con las mejores intenciones, pero si no es el momento, no es el momento. Tienes que permitirte ser humano.
No puedes controlarlo todo. Puedes levantarte a las cinco de la mañana todos los días hasta que termines agotado, pero si no te salen las palabras, las ideas o los dibujos, no te salen. Puedes afrontar cada día con las mejores intenciones, pero si no es el momento, no es el momento. Tienes que permitirte ser humano.
"Si no es el momento, no es
el momento. Tienes que permitirte ser humano".
A
veces, no se puede empezar a escribir un libro porque todavía no te ha llegado
la inspiración para crear al personaje principal. A veces, se necesitan dos
años más de experiencias antes de crear una obra maestra que parezca real y natural.
A veces, no te enamoras porque lo que necesitas saber de ti mismo sólo lo
puedes descubrir por ti mismo. A veces, simplemente das con la pareja adecuada.
A veces, la tristeza te abruma porque, un día, formará parte de los cimientos
sobre los que construirás tu vida.
Todos lo sabemos: no siempre
se pueden cambiar nuestras vivencias. Aun así, no nos comportamos como si lo
supiéramos. Nos esforzamos en manipular y controlar nuestras vidas, en
conseguir ganar, en coger un atajo que nos lleve directos al éxito porque otros
dicen haberlo cogido, en procesar las emociones y la incertidumbre como si se
tratasen de un camino sin bifurcaciones.No puedes hacer lo que
quieras con tu vida. Es así de simple. No puedes controlar cualquier aspecto o
resultado para protegerte de la incertidumbre que te supone algo que no eres
capaz de entender. Es la base de la vida: ser tal y como eres en cada momento y
dejar que eso sea suficiente.
Aun así, no nos comportamos
como si estuviéramos de acuerdo con este estilo de vida. Leemos constantemente
listas de 30 elementos que te aconsejan cómo conseguir una motivación natural y
humana de una manera más eficaz. A menudo nos olvidamos de que somos como somos
hasta que dejamos de serlo. Somos así hasta que cambiamos. Podemos mejorar un
poco si adoptamos unos hábitos saludables y actuamos de un modo beneficioso
para el crecimiento personal, pero no podemos desafiar al tiempo.
A veces nos olvidamos de
rendirnos al tiempo (y no deberíamos).
Todo se ve muy negro hasta
que deja de verse así. La mayoría de nuestra tristeza se genera por la creencia
de que la vida debería ser diferente. Creemos que tenemos todo el control, y el
desprecio y el odio hacia nosotros mismos viene de esa idea de que deberíamos
ser capaces de cambiar las circunstancias, de ser más ricos, más atractivos,
más felices o mejores. Aunque es cierto que la autorresponsabilidad está bien,
a menudo nos lleva a experimentar esas sensaciones de resentimiento o amargura
que nadie necesita. Tenemos que esforzarnos y concedernos permiso para dejar
que pase lo que tenga que pasar y no sentirnos tan atados y vulnerables a los
resultados. Normalmente, las oportunidades no se presentan tal y como uno
espera.
No necesitas más motivación
ni más inspiración para llevar la vida que quieres. Necesitas avergonzarte
menos ante la idea de que no estás haciendo lo máximo que puedes. Tienes que
dejar de escuchar a esa gente que vive en unas circunstancias completamente
distintas y está en una etapa diferente de su vida. No tienes por qué escuchar
cómo te dicen que no estás haciendo lo suficiente. Lo que tienes que hacer es
dejar que el tiempo haga lo que tenga que hacer. Necesitas entender que lo que
está pasando ahora mismo se convertirá en una inspiración más adelante y que el
momento en el que estás ahora te ayudará a forjar tu identidad.
"Hay algo más allá que cuesta comprender. No podemos enfrentarnos a ello. No podemos seguir una lista de consejos para superarlo. No podemos controlarlo".
A veces, lo que sucede es que todavía no nos hemos convertido en las personas que necesitamos ser para comprender lo que deseamos. A veces, tenemos que permitirnos evolucionar hacia un lugar en el que podamos dejar que ocurra lo que queramos.
Digamos que quieras lo que quieras, lo quieres lo suficiente. Lo quieres tanto que te estás amargando por intentar conseguirlo. Podrías relajarte un poco. A lo mejor la motivación no es el problema, sino la obsesión por empujar una bola de nieve que no para de crecer.
Hay algo más allá que cuesta comprender. No podemos enfrentarnos a ello. No podemos seguir una lista de consejos para superarlo. No podemos controlarlo. Lo único que tenemos que hacer es dejar que haga su trabajo, relajarnos por un momento, dejar de esforzarnos tanto y dejar que pase lo que tenga que pasar. Llegará un día en el que lo que está pasando ahora tenga sentido. Confía en mí.
"Hay algo más allá que cuesta comprender. No podemos enfrentarnos a ello. No podemos seguir una lista de consejos para superarlo. No podemos controlarlo".
A veces, lo que sucede es que todavía no nos hemos convertido en las personas que necesitamos ser para comprender lo que deseamos. A veces, tenemos que permitirnos evolucionar hacia un lugar en el que podamos dejar que ocurra lo que queramos.
Digamos que quieras lo que quieras, lo quieres lo suficiente. Lo quieres tanto que te estás amargando por intentar conseguirlo. Podrías relajarte un poco. A lo mejor la motivación no es el problema, sino la obsesión por empujar una bola de nieve que no para de crecer.
Hay algo más allá que cuesta comprender. No podemos enfrentarnos a ello. No podemos seguir una lista de consejos para superarlo. No podemos controlarlo. Lo único que tenemos que hacer es dejar que haga su trabajo, relajarnos por un momento, dejar de esforzarnos tanto y dejar que pase lo que tenga que pasar. Llegará un día en el que lo que está pasando ahora tenga sentido. Confía en mí.
Permítete el lujo de confiar
en lo que te acabo de decir.
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Reflexión sobre el sentido de la vida (Extracto de la película Hanna y sus hermanas, de Woody Allen). Buen provecho.
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