jueves, 19 de diciembre de 2019

DECÁLOGO + 1 DEL BUEN NO AMIGO






Muchas personas que poseemos el rasgo PAS, amén de arrastrar carencias afectivas, hemos sido terreno abonado para quienes han utilizado nuestra energía, empatía, o necesidad de afecto para su beneficio. La mala noticia es que, a menudo, cuando tomas consciencia de este matiz, ya has caído en las redes de todo tipo de depredadores, llegando incluso a compartir muchos años de tu vida con un narcisista; y también a entregarte en cuerpo y alma a relaciones de amistad unilaterales en las que solo tú pusiste la leña, las cerillas, el soplete y lo que hiciera falta para avivar un fuego que  los otros aprovecharon para abrigarse.
La buena noticia es que si no te resignas y decides emprender el viaje más difícil, el que va al interior de uno mismo, tu intuición te llevará a acoplar todas las piezas del puzzle que te mostrará el mapa de tu camino, y tu corazón será la brújula que te guíe hacia quienes verdaderamente merecen la pena comenzando por ti mismo.
Ayer, mi terapeuta bimestral me insinuó que tal vez he estado a la defensiva con algunas de las personas que, por elección propia, he ido dejando por el camino. Su insinuación se vino abajo tras escucharme. No se trata de estar a la defensiva, se trata de ir con cautela después de haber recibido palos de todos los colores por ingenuidad o exceso de empatía con los prójimos y prójimas que se han cruzado por mi camino. Y también, por qué no, por la necesidad imperiosa de estar alerta por mis circunstancias, que no digo que sean mejores ni peores que las del resto del mundo, sino que como refiero más de una vez, Cá uno es cá uno con sus caunás".
En nuestra charla abordamos también otros temas que remueven todo... 
Con respecto a las parejas narcisistas, ya diré en otro momento. En cuanto a los amigos (también pueden tener esta característica) que conviene tener más lejos que cerca se me ha ocurrido un decálogo del buen NO amigo. Hay muchas otras premisas que pueden ser incluidas en estas diez puntualizaciones fruto de mi experiencia y subjetividad, por supuesto. Ojito, que una no es el oráculo del pueblo, ni pretende ir dando lecciones de vida, ni está sujeta a las demandas sus “palmeros”, como se refirieron una una vez hacia mi honorable público. Hay quien no entiende que los que comentan o aplauden lo que escribe servidora son personas a quienes llega lo que escribo y también lectores fieles, que no es poco.  Gente y amigos de verdad que quedan fuera de este personal “Decálogo +1  del buen no amigo”.



DECÁLOGO + 1  DEL BUEN NO AMIGO

 1-     Si te usa, no es tu amigo  (el amigo ni te usa, ni te abusa).

 2 -  Si te teme, no es tu amigo (el amigo te respeta, no te teme).

 3-     Si te miente, no es tu amigo (si te miente una vez, te mentirá dos y tres...)

 4-     Si te envidia, no es tu amigo (el amigo se alegra de tu bien, no te envidia)

 5-     Si te omite ante “su mundo”, no es tu amigo ( tu amigo se enorgullece de ti, no te oculta).

 6-     Si carece de empatía, no es tu amigo (ni el de nadie).

 7-     Si huye cuando más lo necesitas, no es tu amigo (al amigo que huye, puente de plata...).

 8-     Si te da solo migajas a precio de caviar, no es tu amigo ( ni el cariño no se mendiga ni las migajas alimentan).

 9-     Si eres una opción y no una prioridad, no es tu amigo (no formas parte de un catálogo. Si te quiere, te dará el sitio que mereces).

 10-  Si te juzga, NO es tu amigo (el buen amigo te acepta tal y como eres, no admitas menos. Lo que se permite, se repite).

El + 1, es de Aristóteles, con un pensamiento que pone la guinda al No amigo. Una frase-decálogo de diez palabras que encierran todo un mundo. Dice así:

“El amigo de todo el mundo no es un amigo”


A mis amigos, a los de verdad, gracias por aceptarme, soportarme y tenerme en vuestras vidas. 

Hasta pronto.





viernes, 6 de diciembre de 2019

CITA A CIEGAS (EL SHOW DE AMANDA IV)






La vida me sonríe. Hoy tuve una cita a ciegas. Habíamos quedado por la tarde, pero se ha adelantado unas horas porque él tenía un hueco en su agenda. ¡Yupi! He acudido tranquila, aunque, a qué negarlo, algo inquieta; estamos en T.A. (Temporada Alta) de calcetines y pelos y cualquier parecido con El Yeti y mis piernas no es pura coincidencia. He aparcado mi coche en un entorno idílico con árboles acompañados por una banda sonora de pajarillos  ajenos a las zambombas navideñas que hay por todas partes en Jerez. Ya en la recepción del sitio he presentado mi carné de identidad, me han tomado los datos y, por último, me he dirigido a la habitación. Estaba en penumbra. Discreta, silenciosa y acogedora. No he esperado a que llegue mi cita: me he quitado la ropa del tirón y me he puesto un camisón transparente. Mucho mejor así... No me quito los leggings por el tema pelos; me tumbo a esperar tranquilamente y aprovecho para cerrar los ojos y meditar un poco. Mi nirvana se ve interrumpido por el sonido de la puerta cuando él entra en la habitación... Me sonríe... Es muy guapo… Este pollo no vuelve a cumplir los 45; ojos claros, mirada pícara, ¡con pelo!, y para rematar, un acento argentino/uruguayo que llena la estancia como un Mon Cherí de chocolate relleno de licor. Intercambiamos impresiones, apresuradas, y al poco, me pide que no hable y que le deje hacer... Luego se sienta junto a mí, tira suavemente del camisón transparente, por la parte del cuello concretamente, y lo desliza hacia abajo con delicadeza. Le dejo hacer... Saca un bote, unta esa parte tan erógena de mi cuerpo – el cuello - con una crema y comienza a masajearme con una especie de rodillo muy agradable...  De arriba hacia abajo, haciendo pequeños círculos...  de lado a lado de mi escote… Debajo de una oreja, luego de la otra… casi rozando mi nuca… Mantengo los ojos cerrados y me dejo querer… Al cabo de un rato la magia termina.

Cuando acabamos se marcha de la habitación. Antes de irse me dice que todo ha estado mejor que bien y yo le suelto que hace mucho mucho tiempo que un hombre no me toca de esa manera. Sonríe y me lanza esa mirada, entre pícara y divertida.Y con su acento argentino/uruguayo me dice, satisfecho, que le encanta que todo haya sido de mi agrado. Se marcha y me quito el camisón, me coloco la indumentaria que traía puesta, me cuelgo los pendientes y atuso un poco mi pelo alborotado antes de dirigirme de nuevo a la recepción del sitio.
La recepcionista es atenta, eficiente y educada. Me dice que los resultados de mi ecografía se los enviarán a mi doctora dentro de una semana. Me despido con una sonrisa de oreja a oreja.
Muchas gracias, muy amable, le digo a la recepcionista-atenta cuando salgo. Y mis piernas peludas y servidora nos volvemos a casa felices porque los centros médicos privados concertados con la Seguridad Social también hacen caja los días de fiesta. Y como everybody está zambombeando en Jerez, me han adelantado la cita tres horas, no he tenido que esperar ni diez minutos para que me atienda un pimpollo monísimo, y en el aparcamiento no había ni un alma de los que cobran a euro la plaza. ¡Olé! Ojalá todas las citas a ciegas fueran como esta, visto lo visto. Y ahora voy a comer algo y descansar un rato, que esta tarde he quedado para salir con una amiga. Seguro que la vida me vuelve a sonreír esta tarde noche. Al tiempo.