sábado, 15 de julio de 2023

SI ME QUERÉIS, IRSE


Hace unas semana alguien a quien seguía a través de Facebook, alguien a quien suponía una trayectoria profesional interesante colgó un post, lamentable, sobre Lola Flores que titulaba: 

"Buenos días, ayer fue el día en que Lola Flores habría cumplido 100 años"

Me bloqueó después de dejarle este comentario, pero continuó, como buen cobarde, hablando de mí, lo cual no es de extrañar, visto lo visto.

Te creía con algo de inteligencia emocional. Admiraba tu trabajo. Hoy, después ver este post ya no te admiro. Personas como tú hacen mucho daño a mujeres, a personas a las que en vez de lapidar se les debe algo de reconocimiento.

No te voy a detallar la trayectoria de Lola Flores que para eso está Google, pero te aseguro que va más allá del recorte de periódico que has puesto, de lo que se metía por la nariz que ha apuntado alguien, de lo de Hacienda y de lo del bingo. Va mucho más allá. Lola Flores fue una mujer adelantada a su época que se puso el mundo por montera para sacar a su familia y su Arte adelante, una mujer pionera que nos ha abierto las puertas a las mujeres, que se pasaba por el forro a personas que trataban de denostarla con opiniones como la tuya. Me da vergüenza ver posts como este que lo único que delatan es a una mujer sincera y sabia que decía lo que pensaba sin pudor ni miedo a ser juzgada. Y sin redes sociales.

Yo he tardado en descubrirla y estoy muy contenta de lo que he encontrado y del legado que ha dejado, admirados no solo por su arte sino por su calidad humana.

No me apetece continuar, solo decirte que nuestros actos nos definen y tú te has retratado muy bien hoy, y que te envío mucha Luz y te deseo mucha Felicidad. La vas a necesitar.

Hoy, tras una larga ausencia autoimpuesta para sanarme, he vuelto a entrar en mi querido blog. Ha sido muy extraño, como si fuera el blog de otra persona, como si yo no tuviera la capacidad de expresarme como lo hago. Pero lo hago. Qué bueno... me produce una sensación de felicidad equiparable a muy pocas cosas, y no hacerlo me deja como un barco varado a expensas de nuevas mareas, y no estamos ya para perder el tiempo esperando mareas ni mareos, sino para actuar, para vivir, para sentir.

Releyendo algunas de las entradas que no tenía publicadas me he encontrado con ésta, intemporal, como La Faraona, una entrada que publiqué hace cinco años y que en su momento, no me preguntes por qué decidí dejar en el olvido, pero que hoy al releerla he rescatado y me ha provocado sensaciones muy diferentes a las de hace un lustro.

Te la dejo por aquí, querido diario. No la vuelvo a quitar. De vez en cuando viene bien refrescar la memoria para saber de dónde vengo, hacia dónde voy, y todo lo que he evolucionado, a base de hostias, sí, pero también a base de amor propio.

Feliz sábado. Encantada de escribirte de nuevo..


SI MEQUERÉIS, IRSE




Querido diario:

A veces, el mayor acto de amor hacia una persona consiste en desaparecer de su vida. La cita no es mía, la leí por ahí y se me encendió la bombilla. Y también se  me  achicó el ego.

La mayor parte de mi vida pensé  que cantidad era sinónimo de calidad: a mayor cantidad de años de amistad, convivencia o roce (es un suponer) con una persona, mayor calidad de cariño entre ambos. La endogamia que se practica entre mucho prójimos y prójimas que me rodean confunde a la persona que elige cómo y con quién quiere estar, con un misántropo. En todos los casos, me prefiero misántropa a endogámica, dónde vamos a parar.

Hace unos meses escribí un comentario-despedida en el post que colgó en una red social un ex amigo al que llamaré Mr Allen para preservar su anonimato. Hoy lo he encontrado casualmente y siento la necesidad de ponerlo por aquí, no como cuando lo escribí, sino desde el amor y el cariño. Sin acritud. Con una paz interior mu grande, mu grande, cierro los ojos, respiro tres veces y... Oohhommm... mando al carajo al amigo, pareja, hijo, familia o todo aquello que no me hace bien o me causa perjuicio. Paz y Amor. Ya está.


Hola Mr Allen. Hoy Facebook me ha mostrado un recuerdo que pusiste en mi muro hace tres años. Hace más de dos años que dejaste de ser mi amigo en Facebook y en la vida real. A día de hoy me sigo preguntando ¿por qué? 

Al ver el recuerdo, he entrado en tu muro y me he encontrado con una fotografía en la que pides a la gente un copia y pega y una oración en honor a las personas que lucharon y ganaron, perdieron o ahora mismo tienen cáncer.

Me gustaría decirte desde el respeto y desde el amor, que las personas que luchan, que tienen o han sobrevivido al cáncer, no necesitamos un copia y pega durante una hora en un muro de Facebook. Ni mucho menos una oración. Preferimos el contacto humano. En la calle, en el monte, en la barra de un bar… Y si uno no puede salir tanto por las secuelas, a las personas que hemos sobrevivido nos gustan las cosas tangibles. Una visita, una llamada, un abrazo, unas risas…
(...)Leer algo así en una red social, reivindicando "empatía" con las personas que sufren o hemos sufrido cáncer, para ser posteriormente dejadas a un lado no tiene mérito alguno. Lo digo desde el respeto y, sobre todo, desde la vida. Porque yo sí he sobrevivido. Sigo viva. Y me pongo mala cuando leo posts como ese. Aunque es posible que cuando lo colgaste no pensaras en mí, te aseguro que muchas personas que han pasado por ese trance no sienten alivio al ver cosas así. Lo único que sienten es que es una manera de lavar la conciencia y de mostrar al mundo lo buenas personas que son los que lo hacen. Mejor ofrecer cosas tangibles… Querido Mr Allen como dice Paul Auster: “Hay otros mundos pero están en este”. Como yo. Te deseo mucha felicidad y tiempo y salud para disfrutarla.


Con el paso de los años he comprendido que nada es permanente, ni siquiera la amistad con alguien durante 35 años; que incluso lo permanente a veces llega a crear dependencias emocionales que nos condenan a empobrecernos como personas. Los apegos son confundidos por cualidades por quienes no distinguen la necesidad del deseo, el amor de la urgencia, o la familia de quienes realmente te aman por lo que eres. Nada es permanente. Ya no soy la misma que hace un año, ni una hora, ni siquiera cinco minutos. Soy un ser cambiante y es maravilloso. Poder desapegarme de lo que me hace daño, de lo que me provoca malestar, de lo que no me hace sentir paz, de quien no me quiere en su vida. En definitiva: poder soltar.
 Solo puedo decir Gracias. A ti, Mr Allen y a todos los que de alguna manera han intentado cambiarme, desestabilizarme, usarme, abusarme o simplemente no darme el valor que merezco. Y a los que quedan por ahí que están pero sin estar y en realidad son solo figurantes no tengo otra cosa que decirles salvo aquella frase lapidaria que dejó grabada a fuego en nuestras mentes la irrepetible Lola Flores:

 “Si me queréis, irse”

  Al carajo (eso es de mi cosecha). Que no hay nada mejor que empezar a ser lo que se es.