Cuatro menos cuarto de la tarde. Sábado. No voy a entrar en detalles de cómo ha sido la mañana hasta ahora. Solo voy a decir que después de mucha productividad he dedicado una hora seguida a mirar una red social. Revelador. Como soy fan de la premisa None sapiencia sine experiencia he decidido hacer un experimento para comprobar qué se siente después de colgar cosas parecidas a lo que algunas personas exhiben en sus perfiles de redes sociales moment by moment. Para no extenderme solo daré constancia de la última hora y media de mi vida. Lo puedo llamar "Noticias de última hora" o "El show de Amanda" (como el de Truman). La decisión no es firme aún.
Comenzaré contando que acabo de terminar de degustar unas lentejas que cociné hace 3 días. Riquísimas. Con to zuhabío: con su
cabeza de ajo, con su cebolla, con su pimiento, con su zanahoria, con su chorizo, con su buen
aceite de oliva del bueno. He acompañado las lentejas con un Reserva de 2014 en
cuya etiqueta descriptiva no pone nada de afrutado, carnoso, aterciopelado, suave en boca, taninos o chuminos. Solo pone:“Los frutos seleccionados de las mejores parcelas de
palacio, y la recolección en el momento óptimo de maduración, hacen de este
caldo un vino para un rey. Product of Spain”. Noniná. Porque yo lo valgo. Me apetecía comer
mirando la televisión. Puse Neox por si estaba The Big Bang Theory
pero había una película agresiva con puñetazos y tiros y pasé. Pulsé
una tecla del mando al tuntún y saltó una emisora de TV local que no voy a
mencionar por vergüenza ajena, con un presentador que tampoco voy a mencionar (por lo mismo) que cada día se
parece más físicamente a Jorge Javier Vázquez. Lo he dejado estar a ver qué
dice a su entrevistada pero el tedio ha superado mi curiosidad y me ha llevado a concentrarme en el sonido
de la lavadora que he puesto justo antes de sentarme a tomar mi almuerzo. Nada especial:
ropa negra, sobre todo, bragas. Les pongo detergente para pieles sensibles y como
toque especial una cucharadita de bicarbonato que desinfecta y deja las bragas
y toallas más esponjosas. Mi perro está en modo Zen. Probablemente cuando me
tumbe a descansar venga a mí para que lo acaricie y le dé mimos. No tiene
hartura. Después de una media hora le diré que ya vale y se conformará.
Ahora voy a descansar un rato. Son
las cuatro de la tarde y no he parado. Descansaré y cuando me levante tenderé
las bragas y la ropa negra a secar. Esta noche tengo plan así que tendré que
organizar el horario del paseo canino para ajustarlo con mi salida.
De momento es todo.
P.D. Cambio de cadena. No puedo
soportar al clon de Jorge Javier y por lo visto la cadena repite una y otra vez ese programa como un método de tortura. Me rindo. Apago la tele. Voy a descansar y a ir viendo cómo
evoluciona mi experimento.
Volveré.
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