Lo chulo que tiene cumplir años es que uno va abandonando ese estado de gilipollez, que, al menos en mi caso, ha formado parte de mi vida propiciando que durante mucho tiempo haya ido dando palos de ciego. A mí me decían "mira, ¡un burro volando!" y yo iba y miraba. A veces todavía me ocurre pero más que un handicap considero que forma parte de mi encanto.
De la enfermedad también se aprende. Ya te digo si se aprende... Lo relativizas todo y le das a las cosas la importancia que realmente tienen. Fuera paja. Si antes apreciabas las pequeñas cosas de la vida ahora ni te cuento. Con los años y con la enfermedad te vas dando cuenta de quienes son tus verdaderos amigos y cuánto se aprende de ellos. Y con ellos.
"Los amigos de verdad, en la cárcel y en el hospital".
Qué gran verdad, l'avanhelio...
Yo tengo muchos conocidos pero pocos amigos. Con las mujeres es diferente, tengo muy buenas amigas. No creo que sea posible la amistad entre un hombre y una mujer sin que se produzca atracción por parte de uno de los dos, o de ambos. Creo que ahí subyace el interés de esa amistad, en lo de gustarse abierta o secretamente sobre todo a determinadas edades. Y ahí está el problema. Yo el círculo con los tíos lo estrecho bastante a la hora de tener amigos de verdad. Descarto en primer lugar a los maridos de mis amigas, hermanas, primas, cuñadas, etc, porque yo a ellos los veo como seres asexuales, pero estoy convencida de que un hombre no ve asexual ni a Carmen de Mairena , sobre todo de madrugada y con cuatro cubatas en el buche. También descarto a los casados - por razones obvias - , a los que llevan menos de un año separados, a los que llevan más de un año pero no paran de hablar de sus "ex", a los que no tienen conversación. Además, descarto a los follamigos, eso que se lleva tanto ahora. No me convence. Quizá por la palabra en sí, porque no le encuentro demasiado sentido. No sé... ¿qué es un follamigo? Si follas con él no puede ser tu amigo porque entonces se mezclarían emociones y sentimientos y es probable que la amistad o el folleteo - o las dos cosas - desaparezcan. Fuera de mi lista.
Desde que mi estado civil de casada cambió al de desapartá tampoco incluyo en el grupo de posibles amigos a los que he bautizado como Furby-amigos . Como su propio nombre indica son amigos con cara y modales de Furby. Se acercan a ti casi siempre cuando te encuentras en momentos de extrema vulnerabilidad como por ejemplo haberte separado recientemente de tu pareja, que se te haya muerto un ser querido, o tu perro, o tu agaporni, o que de repente te entre una enfermedad chunga. No sé, esos momentos en los que te dicen "mira...¡un burro volando!" y tú ves al burro, a un elefante, y a una orca si me apuras. Los Furby-amigos son expertos en hacerte creer que tú eres la mujer de su vida, que contigo quieren "echar el ancla" Te abrazan, te dicen lo maravillosa que eres y ese tipo de chochás, pero lo que de verdad quieren es hacerte creer que los burros vuelan. Y cuando bajas tu ojiplática mirada del cielo tu Furby-amigo se ha convertido subrepticiamente en tu follamigo sin que te des ni cuenta.
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Creo que sólo tengo un amigo (hombre) de verdad, de los de la cárcel y el hospital. Desde que era chica. Cada uno forma parte de la historia del otro. El vive su sueño, no sueña su vida. Está soltero por vocación y se bebe la vida a chorros. Cuando quiere sexo lo tiene sin engañar a nadie con falsas promesas ni creándole expectativas al chorbo de turno. Me encanta porque no tiene reparos en mostrar sus emociones y porque cada vez se está aprendiendo mejor la lección de que no se puede complacer a todo el mundo.
Sí...lo chulo que tiene cumplir años es que en un punto crítico de tu vida te maravilla la generosidad y el corazón de las personas que te acompañan en una carrera de fondo como puede ser un linfoma, que no se cansan, que continúan a tu lado sin que te des cuenta, casi de puntillas, pero ahí... Y te enamoras todavía más de ellos. El punto exacto de tu vida en que te empiezas a plantear que no, que los burros no vuelan...Cuando sientes esa capacidad extransensorial de mirar al cielo, abrir los brazos, respirar hondo... y enviar a todos los Furby-amigos serenamente a tomar porculo.
Me encanta.
Me encanta.
Volveré
Amanda Flores
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