sábado, 25 de septiembre de 2021

TE LLAMARÁN SOÑADORA...

 



Querido diario:

Hoy un escritor a quien admiro por ser igual de bueno contando historias  que como ser humano ha hecho que me sienta soñadora. Y lo soy. Todavía tengo que descubrir casi toda su obra. Su corazón comencé a catarlo hace apenas un año.

Ernest Hemingway es otro de los escritores que tengo en mi lista de pendientes de bucear en su literatura. Es muy posible que el motivo de no haberlo indagado antes se debe a que, cada vez que mi subconsciente y mi cerebro detectan ese nombre y apellido, lo primero que visualizan es a un señor pegándose un tiro en la cabeza.

Qué malamente y con cuánto miedo resuenan en nuestras mentes determinadas composturas - como el suicidio - que no son socialmente aprobadas, aplaudidas o tiktokeadas.

En 1961 Ernest Hemingway aparecía muerto en su casa de Idaho de un disparo en la cabeza. Tenía 61 años. Su inestabilidad emocional fue señalada como la causa de la muerte suicida.

Las palabras inestabilidad y emocional  son muy socorridas para poner borrón y cuenta nueva en cualquier historia o acontecimiento...

Hace unos días leí un párrafo suyo que me llegó al alma. Puede que porque llegó en el momento oportuno; porque a pesar de no haber leído aún ni uno solo de sus libros, creo que algo así solo lo puede escribir alguien a quien se le presume una tremenda estabilidad emocional. Al menos en mi mundo de extraterrestre, que poco tiene que ver con el que observo cada día a mi alrededor. 


"Las mejores personas poseen sensibilidad para la belleza, valor para afrontar riesgos, disciplina para decir la verdad, capacidad para sacrificarse. 

Irónicamente, estas virtudes los hará vulnerables; frecuentemente se les lastima, a veces se les destruye".


No creo que ese tipo de pensamientos procedan de alguien inestable emocionalmente. Más bien creo que son un espejo, un puñado de sentimientos introspectivos. Tal vez una llamada de socorro... 

Ese mismo día me encontré en una red social el texto que escribo a continuación. Sentí como si el Universo me enviara una señal de parte de Ernest. Una señal de que ser sensible, valiente, sincera y vulnerable no tiene por qué sentenciarme a no vivir la vida que elijo, ni tampoco a pegarme un tiro. Esa señal. Y lo comparto por aquí porque sé que hay más gente de la que imagino que se sentirá espejeada, animada y reconfortada tras su lectura.


TE LLAMARÁN


Te llamarán difícil, porque tienes un pensamiento propio.

Te llamarán soberbia, y es dignidad.

Te llamarán insoportable, porque eres auténtica.

Te llamarán ególatra, porque tienes amor propio y autoestima.

Te llamarán hiriente, porque es imprudente tu sinceridad.

Te llamarán creída, pero es confianza en ti misma.

Te llamarán soñadora. Y sí, lo eres...

Te llamarán como sea, pero no dudarás de ti, porque tú sabrás quién eres, y nada podrá ofenderte.

(Del muro Guía Pachamaná)


Por el cómo, por el qué, y por el quién, hay días en los que me siento especialmente afortunada, empoderada y soñadora...Y nada puede ofenderme.

Volveré.




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