Un amigo de toda la vida colgó en Facebook la foto de arriba. La estampa evidencia aquello de que “una imagen vale más que mil palabras”. Como cá uno es cá uno, con sus caunás", cada sujeto le puede dar la interpretación que le parezca. Lo que ve en el retrato esta sujeta que escribe, es una imagen de indescriptible belleza, como para desplumar material en un comentario de texto de veinte páginas por las dos caras, a doble espacio, que pondré al final. Mi amigo escribió lo siguiente junto a la foto:
“Mzungu
Cuando se viaja por los países del este
africano, es habitual que los locales, especialmente los niños, se refieran a
uno con esta palabra. Mzungu significa algo así como errante, sin destino, en
constante búsqueda, perdidos… Para ellos que viven profundamente apegados a su
tierra y su origen, y que apenas se han desplazado más allá de un puñado de
kilómetros de su lugar de nacimiento, los viajeros cómo nosotros somos almas en
pena, condenados a vagar constantemente sin rumbo fijo, como buscando algo que
nunca llegamos a encontrar. La foto me la hizo mi amigo @mamegilphoto, mientras
conducía por las montañas de Uganda hace algunos años; no la había visto hasta
hace unos días, y en cuanto la vi entendí perfectamente el significado de
Mzungu.”
Días antes de que colgara la foto le escribí un mensaje expresando que me encantaría organizar una reunión de viejos amigos. Le expliqué
que mi vida social es muy escueta y que, aunque paso mucho tiempo en mi nido,
sigo cumpliendo sueños y tachando de mi lista de deseos aquellas cosas que me
hacen ilusión; que estaba bastante desconectada de todo y que era consciente de
que sería más fácil organizar el evento
si contaba con ayuda.
- “Si te unes a Manuel, es
posible que consigamos tachar otro deseo de mi lista, en este, mi renacer.
Ojalá… Un abrazo”
Me contestó al día siguiente dándome toda suerte de
detalles de dónde pasa su vida social, familiar, de lo desconectado que estaba de Jerez. Me
dijo que sí, que estaría bien que nos reuniéramos los viejos amigos, pero que
esas cosas eran más fáciles cuando se tenía un motivo o algo que celebrar.
Yo
siempre le he admirado, y no solo porque me llevó de paseo por las nubes en
su avioneta y me dejó conducirla, sino porque le considero un tipo divertido,
curioso, inteligente y brillante. Me sorprendió que alguien tan viajado como él, que vuela en una especie de Vespino, bucea por los mares del mundo, escala. Un tipo que practica toda clase de
deportes de riesgo, incluso bailar salsa, un tipo que recorre en todo terreno del hilo al pabilo países como África, me dijera que para
reunirnos era más fácil tener un motivo o algo que celebrar.
Ante su respuesta, modestia aparte, me sentí
muy sabia a pesar de toda mi ignorancia. La actitud que trato de practicar ante la vida de unos años a esta parte es la de desaprender y reaprender. A lo mejor nos ocurre a las personas que hemos estado
a punto de espicharla o simplemente a las personas que nos gustan más los
puentes que los muros. El caso es que le respondí con otro mensaje en el que le
decía que podríamos celebrar que estamos vivos, que el motivo de la reunión podría ser “Estamos
vivos y podemos celebrarlo juntos”
- ¿No te parece?-, acabé. Y su respuesta fue:
- ¡Pues tienes razón, y
deberíamos celebrarlo cada día!
Este es mi chico, pensé....
Ayer una querida amiga del colegio anunció en un grupo de antiguas
colegas de clase que una de nuestras
compañeras había fallecido. El lugar que escogió para dar tan triste noticia
fue un grupo cerrado de Facebook que compartíamos unas pocas. El grupo se me
ocurrió crearlo a mí hace un par de años, más o menos. El objetivo,
reencontrarnos y pasar un rato juntas. A pesar de que ofrecí varias alternativas,
incluso, pedí ayuda aduciendo que mi estado de salud no me permite llevar a
cabo empresas como organizar eventos de ese tipo, la respuesta que obtuve,
salvo alguna excepción, fue de desgana y desinterés. Así que dejé que las cosas
fluyeran, hasta que, inevitablemente, se estancaron.
No sé qué me produjo más pena ayer, si ver plasmado en un párrafo que
Auxi había acabado su ciclo vital, o el comentario que como un soniquete se repite en estos casos. “Descanse en paz”, pusieron. Para mí, además de una frase
hecha (que detesto), que se dedica lo mismo a un desconocido, a una mascota, o a
alguien con quien se han compartido vivencias que forman parte de tu histórico,
es una redundancia estúpida. Cómo coño se va a descansar si no es en paz.
Des-cansar significa “reponerse del cansancio”. Si no te repones del cansancio o del sufrimiento cuando te mueres, no sé cuándo vas a descansar. Es una frase políticamente correcta. La dices, limpias tu conciencia, quedas bien y a otra cosa mariposa. También está el socorrido tanatorio… Los tanatorios son para los vivos, eso creo yo. Muchos de los que van lo hacen – dicen – para acompañar a las familias del que se ha ido a criar malvas, aunque, a veces, su familia ni siquiera se ha ocupado o preocupado en vida por el protagonista de tan singular evento. Ay, si los tanatorios hablaran…
Des-cansar significa “reponerse del cansancio”. Si no te repones del cansancio o del sufrimiento cuando te mueres, no sé cuándo vas a descansar. Es una frase políticamente correcta. La dices, limpias tu conciencia, quedas bien y a otra cosa mariposa. También está el socorrido tanatorio… Los tanatorios son para los vivos, eso creo yo. Muchos de los que van lo hacen – dicen – para acompañar a las familias del que se ha ido a criar malvas, aunque, a veces, su familia ni siquiera se ha ocupado o preocupado en vida por el protagonista de tan singular evento. Ay, si los tanatorios hablaran…
Los niños africanos son muy listos... Aunque creo que no te tienes que ir
hasta África para asumir que nuestra cotidianeidad está llena de Mzungus: personas errantes, sin destino,
en constante búsqueda, perdidos… almas en pena, condenados a vagar
constantemente sin rumbo fijo, como buscando algo que nunca llegan a encontrar.
A lo mejor, quién sabe, un motivo para celebrar una reunión de personas que han compartido
mucho. Tal vez los años más importantes de sus vidas. Esos años que han
definido, moldeado y reafirmado las personas que son ahora.
Para reencontrarnos, nos sobran motivos. Lo que falta es motivación. Eso es lo que yo entendí, sin necesidad de hacer un comentario de texto, en cuanto vi la bellísima foto que ilustra mi sentir.
Para reencontrarnos, nos sobran motivos. Lo que falta es motivación. Eso es lo que yo entendí, sin necesidad de hacer un comentario de texto, en cuanto vi la bellísima foto que ilustra mi sentir.
*(Fotografía by @mamegilphoto)
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Como siempre capturas la atención y el interés. La palabra exacta sin florituras que distraigan. Vida pura. Gracias.
ResponderEliminarAlgo parecido me aconsejó un tipo que fue amigo mío, que era profesor de escritura creativa en la Sorbona de París. Capturar la atención y el interés. La palabra exacta sin florituras que distraigan. Así lo diría él. Lo de "Vida pura" es un regalo que agradezco de corazón, además del tiempo que te tomaste para poner tu comentario. Gracias a ti, "Unknown"...
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